Sala 9: AMELIÉ

Me encanta este director. Un geniecillo loco con grandes ideas, con gusto por los planos y las secuencias fuera de lo común y con apego a personajes usualmente inusuales llenos de taras y manías divertidas. Esta película es un buen ejemplo de ello. Sólo la protagonista ya resulta encantadora, atrayente y, aunque muestra mucho de su carácter, personalidad y secretos, enigmática. La historia es peculiar y llamativa, gente corriente con ilusiones y objetivos un tanto peculiares que forman parte del camino de Amélie, esta niña-mujer a la que tomas tanto cariño que te empeñas en que le salgan las cosas siempre bien.En general, me parece una cinta divertida y entretenida, quizá un poco rara para ciertas personas que prefieren menos rodeos en una comedia, menos tono narrativo y más situaciones hilarantes. Pero es cuestión de gustos, porque el humor, la fantasía, el colorismo, la bondad, el candor y el optimismo que desprende la película a mi me llegaron profundamente. Un argumento enrevesado sin ser confuso, con algunas sorpresas agradables y el mensaje de que, con un poco de ayuda, cada cual tiene lo que se merece y que no es tan difícil hacer feliz a la gente. Sólo basta con proponérselo y ponerse manos a la obra.

Título: Amélie (Le fabuleux destin d'Amelie Poulain)
Director: Jean-Pierre Jeunet
Intérpretes: Audrey Tautou, Mathieu Kassovitz, Rufus, Lorella Cravotta, Serge Merlin, Jamel Debbouze…
Año: 2001
País: Francia
Sinopsis: Amelié Poulan es una joven tímida, callada y soñadora que trabaja en una cafetería de París. Su vida cambia el día que muere Lady Di, ese día descubre una pequeña cajita tras una losa de su piso. Una cajita que perteneció a un niño unas décadas atrás y que dejó guardado como un tesoro. Amélie se propone encontrarlo y devolverle sus recuerdos. Los resultados son tan buenos que decide dedicarse en cuerpo y alma, de forma sutil y anónima, a hacer más felices a los que están a su alrededor, a echar un cable al destino y poner las cosas en su sitio. Pero de repente un día, alguien se cruza en su camino: un misterioso joven con una extraña afición fotográfica. Amélie empieza a interesarse mucho por él y se enamora. Pero, a pesar de ser una experta en ayudar a los demás a encontrar la felicidad, parece ser que cuando se trata de la suya, no es tan fácil. Hay temores e inseguridades que debe superar.