Una película que, aunque tengo en mi poder desde hace meses, parece ser que me resistía a ver. Será que lo bueno se hace esperar. Mi conclusión: un peliculón. Los amantes de la música en general, los interesados en los turbios años del country y el rock and roll y en las tormentosas vidas de los cantantes de entonces, muchos de los cuales no han vivido para contarlo, disfrutarán con esta magnífica biografía de Johnny Cash: su ascenso a la gloria, su decadencia y su renacer. No acostumbro a hablar de los actores o actrices de las películas que comento en este blog pero eso va a cambiar en este preciso momento porque de este film destaco, sobre todo, las olímpicas interpretaciones de la pareja protagonista. Magistral y deslumbrante Joaquin Phoenix (mítico, diría más bien) en el mejor papel que le he visto hasta ahora. Y perfecta y radiante Reese Witherspoon, digna del Oscar que ganó con esta peli. Juntos parecía que habían nacido para estar cantando en un escenario (aunque ellos no canten) o que llevaban haciéndolo toda la vida.
¡Sí, señor! Solo tengo halagos para esta película ya que, a pesar de que dura más de dos horas, me quedé con ganas de más actuaciones. Y es que soy un ávido engullidor de música de todos los tiempos y, si a eso sumamos mi debilidad por los films biográficos que Hollywood se suele currar de vez en cuando con montajes espectaculares, entenderéis como he disfrutado. Os la recomiendo fervientemente.
Título: En La Cuerda Floja (Walk The Line)
Director: James Mangold
Intérpretes: Joaquin Phoenix, Reese Witherspoon, Robert Patrick, Ginnifer Goodwin, Shelby Lynne, Hailey Anne Nelson...
Año: 2005
País: EEUU
Sinopsis: La vida de Johnny Cash cambia radicalmente cuando, junto con dos amigos músicos consigue grabar un disco. El estilo fresco y único y una intensa gira por todo el país junto a los grandes del momento (entre ellos Elvis o Jerry Lee Lewis) les concede un rápido ascenso a las listas de éxitos y un aumento desmesurado de sus cuentas bancarias. Ahora puede conseguir todo lo que siempre quiso y dar a su esposa lo que le prometió años atrás. Pero la locura de la fama, su ritmo desenfrenado, unida a los propios fantasmas, la obsesión por su compañera de gira June Carter, la culpa por la muerte de su hermano cuando era un niño, la insatisfacción continua propia del que tiene todo menos lo que quiere y las inseguridades infundadas desde la infancia, aderezado todo ello con el toque único que solo dan las drogas, harán que pronto el sueño empiece a difuminarse.
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