lunes, 24 de noviembre de 2008

Sala 17: MEMENTO

Peliculón confuso con saltos atrás y adelante acerca de un chaval que, de una forma un tanto poco probable (neurológicamente hablando, digo), pierde la memoria anterógrada, esto es, la capacidad de crear nuevos recuerdos. Su memoria queda reducida a dos minutos aproximadamente. Y es imposible que retenga a más largo plazo información nueva.
Me gusta como están planteados los personajes y su ambiguedad porque hacen mucho más intrigante la historia y pienso que realmente, en una situación como la que vive el protagonista, no podrías confiar en nadie. Sobre todo porque todos los que conoces se hacen desconocidos cada dos minutos.
También me gusta como está estructurada porque en muchas escenas te sientes tan angustiado y confundido como el protagonista y eso es bueno, muy bueno para una película de esas características. Aunque, al menos, puedes ir recomponiendo el rompecabezas de la historia. Con algo de dificultad, eso sí y dejándote atrás algún que otro dato. Pero bueno, nada que no solucione una segunda o tercera visualización, como todo buen thriller debería requerir.
En la película lo que prima es el argumento, aunque no hay que desdeñar las actuaciones pero no es una historia de papelones importantes. A mí me apasionó desde la primera vez que la y es una de las que recomiendo siempre. No sólo a quienes buscan una buena película que les absorba y que tenga acción sino a los interesados en los aspectos psicológicos de la cinta. Porque plasma de forma práctica (eso sí, siempre con el toque de ciencia-ficción) ese tipo de amnesia y las consecuencias devastadoras para la vida de una persona. Vedla, un par de veces o tres, no os cortéis. Os gustará.

Título: Memento
Director: Christopher Nolan
Intérpretes: Guy Pearce, Carrie-Anne Moss, Joe Pantoliano, Mark Boone Jr., Stephen Tobolowsky, Harriet Sansom Harris, Jorja Fox...
Año: 2000
País: EEUU
Sinopsis: Leonard ha perdido la memoria cuando le golpearon la cabeza unos tipos que entraron en su casa y mataron a su mujer. Es lo último que recuerda y se ha clavado en su mente dando un sentido a su nueva vida. Está obsesionado con encontrar y acabar con el asesino de su mujer y para ello, consciente de su problema, usa como método de recuerdo el fotografiar casi cada cosa que evalúa como importante y dejar notitas por todas partes, incluyendo su propio cuerpo, que va llenando poco a poco con tatuajes. Esta vez parece que ha encontrado indicios fiables que lo llevan hacia su objetivo. O eso cree. La cruzada que ha emprendido lo llevará a algo más que llevar a cabo una venganza porque no sólo no podemos fiarnos de los demás cuando tienen intereses diferentes a los nuestros, sino que no podemos fiarnos de nosotros mismos. Si nuestra mente nos engaña continuamente en estado normal, imaginad si está condenada a no recordar.

4 comentarios:

AliciA dijo...

No he visto la peli, pero por tu post me recuerda un poco a una que se llamaba El efecto mariposa. Era un poco rayante. ¿Te recuerda a ti también?

Ego... dijo...

Es bastante diferente. El efecto mariposa pensaba colocarla otro día porque tambien me gusta,. aunque memento me gusta más.
Besos

Anónimo dijo...

Gran aporte rulero. Ver a Carrie Anne - Moss ya es un consuelo entre tanta patochada y actorzuelos (no en este bello film, el cual intriga por lo que bien comentas: la mente.. qué porculera!!!) Un saludo!!

Caro Pé dijo...

Muy buenp film! Sí lo recuerdo