Llevaba días queriendo ver esta película. Me la descargué al descubrir la sinopsis y la critícas en mi página web-biblia del cine Filmaffinity mientras veía la trayectoria cinematográfica de uno de mis actores favoritos de nueva generación: Ryan Gosling. El argumento me decía: cagada de comedia pero la critica y la valoración de la gente me decía: no hagas caso a las apariencias. Y menos mal que no hice caso de la primera impresión.
La película a ratos me sacaba una carcajada cuando en cada nueva situación surrealista me hacía imaginar si lo que ocurría en la pantalla, sucediese en la realidad. Pero no es una comedia bravucona, quizá una comedia inteligente que esconde algo más.
Ryan está soberbio en el papel que realiza del joven Lars y las demás interpretaciones tampoco son desdeñables. El argumento se puede resumir en dos líneas pero no es nada simple en realidad. Me encanta la originalidad de la historia y lo bien que queda plasmado la funcionalidad y la extravagancia de un trastorno delirante. Eso sí, como bien dicta y obliga el mundo del cine, subrayado y detallado rozando el extremo. Pero con delicadeza.
Al terminar me quedé con ganas de saber más de la vida de este entrañable personaje en que se va convirtiendo Lars, plano a plano mientras ahondamos en su vida, en su mente y en sus conflictos manifiestos.
No es sólo para psicólogos este film. Todo lo contrario, atrapa a cualquier amante del buen cine por su originalidad, su chocante naturalidad y su humor a pequeñas dosis aderezado con algo de ilusión y ternura que inspira tanto el protagonista como su pueblo entero.
Hoy os digo con ganas: vedla. Es uno de mis más recientes descubrimientos.
La película a ratos me sacaba una carcajada cuando en cada nueva situación surrealista me hacía imaginar si lo que ocurría en la pantalla, sucediese en la realidad. Pero no es una comedia bravucona, quizá una comedia inteligente que esconde algo más.
Ryan está soberbio en el papel que realiza del joven Lars y las demás interpretaciones tampoco son desdeñables. El argumento se puede resumir en dos líneas pero no es nada simple en realidad. Me encanta la originalidad de la historia y lo bien que queda plasmado la funcionalidad y la extravagancia de un trastorno delirante. Eso sí, como bien dicta y obliga el mundo del cine, subrayado y detallado rozando el extremo. Pero con delicadeza.
Al terminar me quedé con ganas de saber más de la vida de este entrañable personaje en que se va convirtiendo Lars, plano a plano mientras ahondamos en su vida, en su mente y en sus conflictos manifiestos.
No es sólo para psicólogos este film. Todo lo contrario, atrapa a cualquier amante del buen cine por su originalidad, su chocante naturalidad y su humor a pequeñas dosis aderezado con algo de ilusión y ternura que inspira tanto el protagonista como su pueblo entero.
Hoy os digo con ganas: vedla. Es uno de mis más recientes descubrimientos.
Título: Lars y Una Chica de Verdad (Lars and The Real Girl)Director: Craig Gillespie
Intérpretes: Ryan Gosling, Patricia Clarkson, Emily Mortimer, Kelli Garner, Paul Schneider
Año: 2007País: EEUU
Sinopsis: Lars en un muchacho de 27 años, callado, tímido y trabajador que vive solo en un garaje junto a la casa donde se crió, en la que viven su hermano y su cuñada, que esperan su primer hijo. Lars empieza a estar cada vez más lejos de su familia, más aislado y solo. Hasta que un día, se presenta en casa de su hermano, contento e ilusionado con una chica que ha conocido por internet. Bianca es una joven brasileña, religiosa y tímida que apenas habla su mismo idioma y que está en silla de ruedas. Todo esto sería la mar de normal si no fuera porque ella es una muñeca de plástico comprada en una tienda erótica virtual. Al principio todos se quedan de piedra al comprobar el delirio en el que se encuentra inmerso Lars pero poco a poco, si quieren que Lars este bien, todos tendrán que adaptarse a su nueva vida, a su nueva cuñada, a su nueva vecina, a su nueva empleada, a su nueva amiga...
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