Por otra parte, es increíble la fortaleza que trasmite Camino y la rabia que surge en uno mismo conforme avanza la trama y empiezas a sentirte impotente ante los acontecimientos y ante las conductas de algunos de los protagonistas. Los diálogos te encienden por la carga religiosa y abnegada en algunos momentos, pero eso es fantásticamente usado por el director para ir acrecentando tu aversión hacia la madre de la pequeña desgraciada y hacia casi todos los adultos que rodean a la enferma. Y, por otro lado, los acontecimientos también van creando favoritismos en otros personajes, que dan un poco de normalidad al extraordinaria situación de la niña.
En cuanto a la parte de la historia reservada al cuento de hadas en el que se sumerge Camino, está bastante currada, siendo colorista y dulce en su justa medida. Las interpretaciones están muy perfiladas y aunque la longitud de la cinta es extensa, no cansa. Lo dicho, gran película muy premiada. Y con razón.
Título: Camino
Director: Javier Fesser
Intérpretes: Nerea Camacho, Carme Elías, Mariano Venancio, Manuela Vellés, Jordi Dauder...
Año: 2008
País: España
Sinopsis: Camino es una niña alegre, dulce, inocente y religiosa. Su madre pertenece al Opus Dei y le está inculcando un buen camino, el mismo que se encargó de perfilar para su hermana mayor que ahora es Numeraria en una de las casas de dicha institución, en la que está practicamente enclaustrada. La vida de Camino cambia cuando conoce a Cuco, un niño del barrio del que se enamora perdidamente. Pero antes de que pueda tan siquiera decírselo, ca enferma y queda postrada en una cama, de hospital en hospital y lejos de su hogar. La muerte está cerca y su fe profunda, el amor hacia Cuco y el respeto incondicional hacia sus padres se tambalean.